jueves, 3 de enero de 2013

La vida sobre la bici

Quiero aprovechar el primer post del año para hacer algo que ya había pensado en varias ocasiones: presentar otro blog. Su autor dice que no escribe bien, que tampoco lo intenta, que simplemente, va diciendo lo que va pensando. Pues qué bien funciona su cerebro, pienso yo, y sobre todo su corazón, para que sus dedos fluyan sobre el teclado de esa manera, creando, a mi modo de ver, una literatura tan auténtica y maravillosa. 

La vida sobre la bici, así se llama este blog donde deporte y vida se fusionan. Un diario semanal donde ese binomio deporte-vida ha dado juego a su autor para escribir decenas de posts donde la competición en el juego se convierte en el mejor ejemplo a seguir para la competición de la vida. 

Me resulta inevitable comparar esas zarzas que tuvo que dominar por la zona de Sorogain con los obstáculos que todos habremos encontrado en el último año. O la preparación y fuerza con la que ha intentado enfrentar cada triatlón, con la predisposición y energía con la que todos deberíamos comenzar cada día, pase lo que pase... 

Su última entrada, inspiración de esta mía. Habla de la felicidad y de su balance de 2012, marcado inevitablemente por el final de una relación de once años en la que "creyó ser feliz". Concluye lo siguiente: "Creo firmemente que la Felicidad no te la puede dar nadie, que está en el interior de cada persona y que 'solamente' hay que buscarla. Y esto quiere decir, que si nadie te la puede dar, tampoco te la puede quitar. Por eso yo he sido Feliz 11 años y sigo siendo Feliz, aunque nos empeñemos en complicar las cosas".

También habla de una mayor intensidad en su día a día, de nuevos modos de ver y de nuevas personas que ha conocido y por conocer. Habla de la importancia de respetar el respeto y de emanar cariño a quien quieres. Y no hace falta ser un romántico de la vida. No se trata de eso. Las mejores formas suelen ser de otra forma, suelen estar escondidas, suelen ser pequeñas... No hacen falta muchos 'te quiero' cuando tu mirada, pura, lo dice todo. 

Así pues, está claro. Tanto para los que tienen en 2012 el punto final de una relación de once años, de seis, o de uno, como para los que han dado con el punto inicial de otra, la felicidad, en última instancia, depende de uno mismo. El estar tranquilos, el hacer las cosas lo mejor posible, y lo más importante, el ser SINCEROS, eso siempre... (aquí entramos en ese "respeto al respeto", sobre todo y el primero, por el de uno mismo...).  

Y hoy ya no divago más en reflexiones personales ni en conclusiones particulares. Hoy el protagonista de mi post es él, el autor de "La vida sobre la bici". Alguien especial, alguien que espero que no deje de pedalear nunca, alguien que espero que encuentre siempre un lugar ahí en lo alto para parar, sacar una bonita fotografía, que luego me la enseñe, y que yo, asombrada... le pregunte cómo la ha hecho ;-).

¡Que terminéis bien la semana!

PD. Y para completar esta entrada, he querido tomar prestada la fotografía, también de alguien especial... una de esas nuevas que nos ha traído 2012 ;-).

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