jueves, 21 de junio de 2012

MADRIDFOTO: Blanca Berlín.

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El de Blanca Berlín funcionó como uno de los stands más concurridos de MADRIDFOTO 2012. Situada en el Espacio dedicado al Arte Latinoamericano, la galería madrileña participó por cuarto año consecutivo en la feria, apostando esta vez por un solo proyecto dedicado a la artista argentina Verú Iché (Buenos Aires, 1972), que resultó ser una de los dos artistas galardonados con el primer premio FOTO Art Fairs Heineken 2012.
La selección mostrada reunía varios trabajos de las tres últimas series de la artista: “El frío”, “The White Lodge” y “La familia”, además de una pequeña muestra de trabajos anteriores. “La falta de espacio ha hecho que sólo podamos presentar varios ejemplos de cada serie, lo que dificulta su entendimiento, pues el conjunto de la obra de Iché tiene una coherencia en forma y contenido bastante compleja”, afirma la directora de la galería.
Las tres series principales representadas en MADRIDFOTO 2012 comparten un mismo personaje, que experimenta una transición entre diferentes espacios y tiempos que inspiran un viaje entre lo ficticio y lo real. Según la galerista, “todo parece tranquilo hasta que unas sombras enmascaradas entran a formar parte de su espacio personal y la acompañan allí donde va con su perro”. En la primera serie la modelo se ve reflejada en un espejo, momento a partir del cual tendrá lugar un salto que le transporta a otros escenarios, envuelta siempre en un ambiente confuso. Perdida en un bosque, aparecerán nuevos personajes mirando todos hacia algún lugar, desconocido ante los ojos del espectador. Finalmente, y en voz de Berlín, “la serie concluye con el regreso al mundo en blanco y negro pero en un nuevo escenario –”The White Lodge”-. Una nueva presencia con la cara tapada y el perro de cartón habitan el lugar donde la mujer principal es víctima de una hipnosis”.
Bajo el título de la tercera serie, “La familia”, se desarrolla la historia de una relación entre la protagonista y un segundo personaje que puede ser su propio alter ego o su hermana. Una obra que invoca conflicto emocional, y que se sigue desarrollando bajo el manto de lo ambiguo. “Entre ellas hay secretos, cierta competencia, un duelo que desemboca en amor”.
Un dato a resaltar es que tanto la serie “El frío” como “The White Lodge” surgen gracias a un encargo del diseñador de moda Minden Chan. Iché hace uso de la libertad artística para crear estos trabajos, al mismo tiempo que se vincula a la moda. Un tema que también está presente en “La familia”, donde la misma modelo aparece esta vez con prendas de la diseñadora mallorquina Marta Morey Mas, quien pretende crear una fusión entre la tradicional vestimenta mallorquina y rusa.
La ventana que nos enseñó el stand número 15 de MADRIDFOTO 2012 puso en valor aún más el trabajo de esta argentina, que volvió a demostrar su fuerza a través del enigma de su obra, caracterizada una vez más por un trasfondo autobiográfico y su brillantez para dotarla de sentido pero sin desvelar todo lo que le ha llevado a hacerla. Un espacio creado para que el espectador se deje guiar por su imaginación, intuya y cree su propia historia.
En definitiva, Blanca Berlín hizo una apuesta fuerte por Verú Iché en esta cuarta edición de MADRIDFOTO, reconociendo la complejidad de su obra, pero considerando al mismo tiempo que es uno de los grandes ejemplos de artistas emergentes que van viendo su carrera consolidarse.
“Nosotros contamos con grandes artistas consagrados, pero este año hemos querido apostar por lo emergente, donde nos podemos encontrar con trabajos excelentes”. Este sentido del compromiso de Blanca Berlín con aquellos que empiezan viene avalado por su iniciativa “6 metros cúbicos”, un espacio experimental que encontramos en su galería, y que alberga nuevas iniciativas que apoyan el desarrollo del arte emergente contemporáneo.

jueves, 14 de junio de 2012

MADRIDFOTO: BlankPaper.

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Una de las novedades de la cuarta edición de MADRIDFOTO ha sido la inclusión del stand de la escuela del primer colectivo fotográfico surgido en España: BlankPaper.
Con el mensaje de “Nos trasladamos a MADRIDFOTO”, la organización de BlankPaper Escuela se propuso desde el principio crear un espacio dinámico, que diera pie a una alta participación por parte de los visitantes. Una construcción de madera de dos alturas, dividida en cinco áreas diferentes, y un gran número de actividades programadas, mantuvieron este stand activo los cuatro días que duró la feria.
“En BlankPaper damos mucha importancia al proceso creativo. Desde que uno llega sin saber nada hasta que empieza a crear su propio portfolio”, dice Fosi Vegue. La propia estructura de madera del stand, llamada Offfficina y diseñada por el colectivo Zoohaus, con rincones sin acabar de construir, inspiraron ese proceso creativo del que Vegue nos habla. Un rincón experimental en la feria que se completaba con la instalación de una pequeña biblioteca, un espacio habilitado para ver los trabajos de alumnos y profesores, y, por último, una sala de proyecciones y debates. Una serie de espacios que albergaron multitud de actividades como el visionado de portfolios o una serie de microtalleres.

Un lugar propicio para un acercamiento real a la fotografía, y para que nuevas ideas y proyectos germinaran. Además, un equipo de alumnos de la escuela cubrieron a tiempo real la feria, captando los mejores momentos de la misma, y finalizando la edición de sus trabajos en el propio espacio de BlankPaper, a la vista de todos los visitantes. Una apuesta de MADRIDFOTO que atrajo a un gran número de estudiantes y aficionados, y que demostró la importancia que la dirección de MADRIDFOTO otorga al apoyo de nuevos interesados en el arte de la fotografía. “Estar en medio de todo esto está siendo maravilloso. Para valorar cada una de las obras aquí expuestas, tienes que tener al menos un criterio. Y ese criterio y esa formación la ofrece BlankPaper”, dice el director de la escuela.
Una escuela que ahonda cada día en mantener la excelencia educativa y que trabaja por llegar a configurar proyectos culturales de mayor envergadura. “Todos los que forman parte de este equipo son profesionales que se desatan con una gran pasión dentro del proyecto que tienen entre manos. Su trabajo les sale de forma natural. Por tanto, es imposible que les salga mal”. Fosi Vegue nos desvela además que el secreto de una buena enseñanza en esta disciplina es hacer uso de la intuición, mostrar la infinidad de opciones al alumno, y después guiar a cada uno según sus intereses, sus movimientos, su comportamiento. “Te conviertes en una especie de psicólogo”, apunta.
Una buena fusión entre feria y escuela, que comenzó a través de la creación y entrega del premio MADRIDFOTOgrafía tu lenguaje, y que al final ha tenido unos resultados extremadamente satisfactorios para todos.

Artículo publicado en Xtrart 14 de junio 2012 - pincha aquí

sábado, 9 de junio de 2012

MADRIDFOTO: mesa redonda con Andrés Isaac Santana.

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¿Cómo definir la identidad cultural latinoamericana? Tres posiciones críticas pusieron sobre la misma mesa sus vivencias y opiniones en el marco de MADRIDFOTO 2012, invitando además al público a entrar en el diálogo. Bajo la batuta de Andrés Isaac Santana, crítico, ensayista y curador, Alejandro Castellote, Janet Batet y Mauricio Zabalgoitia ofrecieron su visión sobre la fotografía y el arte latinoamericano en el mapa globalizado de la cultura.El pistoletazo de salida lo marcó Castellote y su “Mapas Abiertos”un proyecto que nos demuestra en última instancia la imperiosa necesidad de trasladarse físicamente al lugar donde se desarrolla la obra. El curador y especialista español afirmó que el contacto real con los artistas y su contexto, y sobre todo la predisposición a escuchar, fueron las armas que le acercaron a la verdad.Por su parte, el mexicano Mauricio Zabalgoitia aportó una visión más académica, que aplicó no sólo a la fotografía sino al arte en general. Utilizó además un ejemplo concreto, el de la muerte, para demostrar que la identidad es un concepto indiscutible que se demuestra analizando las diversas manifestaciones artísticas de una sociedad a lo largo de los siglos. El doctor, especialista en literatura mexicana y peruana, mostró que la muerte es un elemento clave dentro de la sociedad mexicana, una costumbre de masas aceptada hasta por la Iglesia, y que ha seguido siendo utilizada por los artistas con el paso de los años. Un elemento que refleja la existencia de una identidad, y que es algo que convive en un contexto globalizado.Por último, la curadora, crítica de arte y ensayista cubana Janet Batet nos introdujo en su experiencia personal para reflexionar sobre la discrepancia entre lo que el mercado muestra y lo que se corresponde con la realidad. Batet tuvo la oportunidad de salirse del mundo artístico para luego volver, un regreso que le demostró que el uso de las etiquetas no hace sino perjudicar lo puramente latinoamericano. Batet propuso además como ejemplos diferentes grupos que se fundan desde la no-vinculación con el mercado, como Kiosko Galería en Bolivia, Soma de México o el Centro de Investigación en Buenos Aires,  que son quienes reflejan la verdadera alma de la identidad de un pueblo.Estereotipo, discurso, arquetipo o cliché fueron objeto de debate para las voces presentes en la mesa, todas ellas inmersas en el marcado carácter de la sociedad latina, una sociedad que cuenta con un corto periodo de arte documentado, y que, según Castellote, “piensa en el qué dirán, necesita de la aprobación del otro, algo que no encuentras por ejemplo en la sociedad norteamericana”.

miércoles, 6 de junio de 2012

MADRIDFOTO: Glauber Ballestero.

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Dentro del contexto artístico cubano, donde la tendencia imperante apunta casi siempre a retratar el rostro negro y su interacción en sociedad, aparece Glauber Ballestero tomando como punto de partida para la creación de su obra la raza blanca.
El blanco funciona como elemento fundamental al querer entender su obra. “Construyo una especie de República, un espacio donde hay himno y hay bandera, un espacio totalmente blanco”, afirma el artista. A través de su particular concepción de la raza blanca y de su técnica, en la que utiliza la cera para conseguir la tonalidad blanquecina característica de su trabajo final, el artista considera que parte de lo más puro y virtuoso para desarrollar su trabajo, y dar de nuevo con ese mismo clímax de purificación, su obra “blanca”.
Imágenes propias o tomadas del cine o de Internet funcionan como la primera piel de sus series, todas ellas con un nombre propio acompañado por el título “Appaloosa”,  nombre utilizado por el artista para representar el significado de blanco. Series que Ballestero lleva realizando desde 2007, constituidas siempre por ocho fotografías, y que forman todas ellas parte de un único concepto, el de purificación.  Las imágenes tomadas se recubren de cera, y fotografiando esa unión, se obtiene el resultado final. “Una última piel que nos sigue acercando a la verdadera identidad, a descubrir lo inmaculado de nosotros mismos”, afirma. La plenitud de un personaje, de un paisaje, o de uno mismo, reconocida a través de todo el atrezo utilizado por el artista en su búsqueda de lo puro.
No obstante, no podemos olvidar que la metáfora de sus fotografías radica en un discurso racial, un debate que se está ahora abriendo en torno a su obra. Entendido el contexto donde Glauber Ballestero se mueve (cierta veneración por la raza negra y lo que le acompaña en la historia de Cuba), la queja ante un trabajo cuyo epicentro es lo blanco es ineludible. El artista cubano reconoce su intención de diferenciarse del resto, pero también afirma que su obra está lejos de haberse forjado en la idea de conflicto de razas.
En Madrid, y hasta el próximo 31 de julio, se puede visitar en Raymaluz Art Gallery otra de sus series dentro de este mismo concepto, las ocho fotografías que componen “Simados Vitali – Appaloosa”.